Para llegar a él, hay que recorrer diversas pistas, bien indicadas, aún así la ayuda de la tecnología se agradece para no perderse. Está a poco más de media hora de La Coruña. Debemos prestar atención al camino, Galicia siempre depara sorpresas en su interior. En nuestro camino nos encontramos con una explotación ganadera de vacas de raza cachena. Propiedad de los dueños del pazo de San Tirso. Podemos leer ampliamente sobre esta explotación en el reportaje del diario Expansión; “La vaca cachena, de estar al borde de la extinción a ser una de las carnes más preciadas”
La zona aledaña al embalse la han adecuado como espacio de ocio y recreo. A la entrada al área, han colocado dos pérgolas donde poder protegerse del sol, buen sitio para comer o merendar.
Bordeando el pequeño embalse y muy cercano al agua han abierto un camino. El camino es llano, bordea el embalse muy cerca del agua, es de tierra y está bien pisado. Por el movemos la silla de ruedas sin dificultad. Existen varias marquesitas de madera a lo largo del recorrido, que rondará el kilómetro. Nosotros iniciamos el paseo cruzando la presa de hormigón, lo suficiente alta para que el vértigo o la impresión de la altura, el miedo, no nos deje acercarnos mucho al la barandilla.
Deja una respuesta